apendicitis-embarazo

Apendicitis en el embarazo

El embarazo suele ser una etapa delicada en la vida de una mujer. Si se presentan complicaciones durante esta fase, no solo estará en riesgo la mamá, también lo estará el bebé. La apendicitis está entre las diversas anomalías que pueden presentarse.

La aparición de apendicitis en el embarazo no varía en comparación con el resto de la población, es decir, el estar embarazada no aumenta el riesgo de padecerla.

Por otro lado, debido a los cambios que se presentan en el organismo, sufrir una apendicitis durante el embarazo, especialmente en el tercer trimestre puede llevar consigo mayores complicaciones debido a la dificultad del diagnóstico y las manifestaciones clínicas.

¿Qué es una apendicitis?

La apendicitis viene a ser la inflamación del apéndice intestinal. Ésta es una parte del intestino grueso que forma una especie de bolsa estrecha en forma de dedo, que se encuentra en la zona inferior del lado derecho del abdomen.

Suele ser más común en varones de entre los 10 y 30 años de edad y, puede convertirse en una apendicitis aguda. Lo cual conlleva a una intervención quirúrgica de emergencia.

¿Puede presentarse la apendicitis durante el embarazo?

De hecho, es la causa más común de abdomen agudo quirúrgico no obstétrico. Se sabe que posee una incidencia del 25%, lo que quiere decir que, de 500 a 2000 gestaciones se da un caso de apendicitis en el embarazo. Esto puede conllevar a intervenciones quirúrgicas no obstétricas.

A pesar de ello, la incidencia es la misma que en la población general. El riesgo aumenta debido a que el nivel de perforación es mayor, puede llegar hasta 43% de un 4 a 19% en la población en general.

El desarrolllo de una apendicitis durante el embarazo puede conllevar a graves complicaciones si no se trata a tiempo.

¿Cuáles son los síntomas de apendicitis en el embarazo?

Durante el embarazo, la mujer normalmente siente malestar en la zona del abdomen, producto de los movimientos del bebé o de la distención de la zona abdominal. Además, los signos pueden variar dependiendo del trimestre del embarazo en el que aparezca la enfermedad.

Sin embargo, hay situaciones específicas en las que se presentan durante una apendicitis en el embarazo a los que hay que prestarle especial atención:

  • Dolor abdominal fuerte en la parte inferior del lado derecho, es el principal sintoma que se observa en estos casos. Inicia con un pequeño malestar en la zona del ombligo para posteriormente irse desplanzando hacia la derecha y aumentando de dolor.
  • Junto al dolor pueden presentarse vomitos. Los cuales tienden a ser comunes en el 70% de las mujeres embarazadas, sobre todo en el primer trimestre, por lo que este sintoma suele pasar desapercibido.
  • Puede haber presencia de fiebre, la cual aparece en el 50% de los casos.
  • Algunas mujeres pueden desarrollar el signo de Mcburney, que es la zona donde se observa un aumento del dolor a partir de la palpación.

¿En que etapa del embarazo es más frecuente una apendicitis?

Una apendicitis en el embarazo ocurre con mayor frecuencia durante el segundo trimestre de gestación. El cual es seguido por el primer trimestre y, es menos común en ese periodo previo al nacimiento, el tercer trimestre según la literatura científica.

¿Que riesgos pueden haber en una apendicitis durante el embarazo?

Debido a los cambios que se producen en el cuerpo de una mujer en estado, aumenta el riesgo de perforación, pudiendo desencadenar una peritonitis. Esta situación es capaz de provocar una contaminación en la cavidad abdominal producto del contenido acumulado en los intestinos.

Además, se corre el riesgo de un aborto o de la interrupción del embarazo. En casos graves en los que la intervención quirúrgica no se realiza a tiempo, puede llevar a infecciones intraperitoneales y a la muerte del feto.

Por ello es importante que, ante la duda o señal de una apendicitis en embarazos, se acuda al especialista, en el menor tiempo posible.

¿Como se diagnostica una apendicitis en embarazadas?

Manifestaciones clínicas

  • Se realiza una exploración física hacía el apéndice que puede variar de lugar dependiendo del tiempo de gestación.
  • También se observan y evalúan los síntomas que presenta la paciente embarazada.
  • Según la literatura científica, se realiza además una exploración pélvica para determinar la presencia y el grado de dolor.
  • De igual forma, se observa si hay masas presentes y el movimiento del cérvix.
  • También se determina si hay exudado vaginal o hemorragia.

Estudio de laboratorio e imágenes

Se realizan análisis de laboratorio para observar si hay elevación de los marcadores inflamatorios, así como para determinar si existe un aumento en los glóbulos blancos.

Es normal que durante el embarazo el valor de los glóbulos blancos aumente. Sin embargo, cuando los valores de leucocitos llegan por encima de los 18.000 en conjunto con los síntomas, generalmente suele coincidir con una apendicitis.

Debido a que es difícil un diagnóstico preciso en mujeres embarazadas, estos exámenes van acompañados de pruebas radiológicas como el ultrasonido en primera instancia o una resonancia magnética nuclear. En el caso de que ninguna de las anteriores esté disponible se puede realizar una tomografía axial computarizada

Diagnóstico diferencial

Este se hace en la mujer gestante para descartar otras posibles causas del malestar, propias de la gestación. A su vez producidos por los cambios físicos y anatómicos que experimenta el cuerpo durante el embarazo.

Se tienden a realizar pruebas para la pielonefritis, también puede presentarse en menor frecuencia la ruptura del cuerpo lúteo, infección del tracto urinario, embarazo ectópico, desprendimiento de placenta, labor de parto pretérmino, enfermedad venosa tromboembólica y síndrome de congestión pélvica, neumonía del lóbulo inferior derecho, neoplasias, diverticulitis o parasitosis intestinal, trauma abdominal y muchas otras. 

¿Cómo se trata una apendicitis en el embarazo?

En estos casos se trata de un esfuerzo multidisciplinario entre varios especialistas, incluyendo pediatras, para manejar la situación de la mejor manera posible, minimizando los riesgos para la madre y el bebé.

Por otro lado, la intervención quirúrgica se mantiene como el tratamiento definitivo para la apendicitis en el embarazo.

La principal variante en estos casos es el tipo de incisión que se realice, ya sea abierta (laparotomía) o laparoscópica.

  • Una cirugía laparoscópica, según Medlineplus, se trata de una técnica quirúrgica en la que se utilizan tubos cortos y delgados para ingresar en el abdomen a través de pequeñas incisiones. Por donde se insertan algunos instrumentos y videocámaras que el cirujano utiliza durante la cirugía.

En este tipo de intervención, el cirujano debe considerar la técnica de entrada para ingresar al organismo con la que se sienta más cómodo y tenga mayor experiencia.

A pesar de ello, la laparoscopía parece ser la mejor alternativa. Cuenta con investigaciones que la respaldan como una técnica segura y poco invasiva. Además se asocia con un menor tiempo de recuperación postquirúrgica y, con menos efectos adversos, como menor probabilidad de infección de la herida.

Sin embargo, hay casos en los que no es aplicable este tipo de cirugías, y es necesario recurrir a la cirugía abierta.

  • En una laparotomía o cirugía abierta, la incisión va a depender de la edad gestacional. Esta se realiza a la altura del abdomen variando de la zona, ya que los órganos tienden a ser desplazados a medida que el útero crece, generalmente es una abertura de 2 a 4 pulgadas (de 5 a 10 cm).

Este tipo de intervenciones suelen realizarse, cuando hay casos de peritonitis generalizada, y suelen extender la incisión para permitir una mejor exploración y un lavado peritoneal adecuado.

¿Qué tipo de intervención da mejores resultados?

Algunos estudios indican que no hay diferencias entre estas cirugías, pero se ha reportado una mayor incidencia en infecciones de herida en la cirugía abierta, además de parto prematuro, un mayor tiempo de recuperación, entre otras complicaciones.

Por lo mencionado anteriormente, muchos especialistas recomiendan la cirugía laparoscópica durante el embarazo independientemente del tiempo de gestación.

Entonces ¿Cómo se desarrolla el embarazo después de una apendicitis?

Todo va a depender del tiempo de gestación de la mujer. En casos en los que se esté en un estado avanzado, ya para labor de parto, suelen inducir el parto y extraer al bebé.

En cambio, cuando la embarazada se encuentra en el primer o segundo trimestre, si no se presentan complicaciones durante la intervención se puede llevar un embarazo relativamente normal.

Siempre siguiendo las indicaciones médicas para que no se presenten complicaciones durante la recuperación.

Recomendaciones de estilo de vida luego de una apendicitis en el embarazo

Luego de una intervención quirúrgica, como una apendicectomía, este o no la persona embarazada, es necesario tener algunas semanas de recuperación. La cual puede extenderse en el caso de un embarazo, dependiendo de los resultados y de si hubo ruptura del apéndice.

De manera que se progrese rápido en la recuperación del cuerpo, se puede ayudar al organismo tomando las siguientes indicaciones:

  • Al inicio, se debe tener mucho descanso. Dependiendo del tipo de cirugía y las situaciones que pudieron presentarse, el tiempo de reposo va a variar. Generalmente, suele ser menor tiempo, si la intervención se hizo vía laparoscópica.
  • Siempre pregúntale a tu médico, sobre las actividades y limitaciones que puedas tener luego de la cirugía y cuando puedes retomar tus actividades normales a paso de que te vayas recuperando.
  • Cuando te sientas preparada y si puedes hacerlo, muévete. En un inicio será poco a poco, comienza dando pequeños pasos y ve aumentando a medida que te vayas recuperando.
  • Mantente en contacto con tu médico. En el estado de embarazo, son limitados los analgésicos que se pueden suministrar. El médico indicará cuál sería la mejor opción en tu situación, si los prescritos no te alivian el dolor.
  • Tómalo con calma. Cuando sientas deseos de descansar o dormir, hazlo. Durante un embarazo el cuerpo cambia y se prepara para mantener al bebé que se lleva dentro. Esto en conjunto con una intervención quirúrgica puede ser algo estresante para el organismo. Tomate tu tiempo para recuperarte.

Es cierto que puede provocar ansiedad la idea de presentar una apendicitis en el embarazo. Pero siempre se debe tener en cuenta que ante una situación de este tipo, lo primero que se debe hacer es mantener la calma y comunicarse con el médico especialista.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir arriba

Newsletter
Semanal
Gratuita