El citomegalovirus en el embarazo más que afectar a la madre, suele provocar daños congénitos al bebé. En otras condiciones algunas infecciones pueden pasar desapercibidas y no generar ningún tipo de manifestación clínica, pero en el caso de asociar citomegalovirus y embarazo, especialmente durante el primer trimestre, puede perjudicar gravemente a la salud del bebé sin presentar algún signo o síntoma en la madre.
¿Qué es el citomegalovirus?
El citomegalovirus es un Virus de la familia de Herpes Virus, el cual corresponde al herpesvirus humano tipo 5 y produce infecciones persistentes. Una vez que el cuerpo ha adquirido la infección, este virus permanece en estado latente (permanece en el organismo sin presentar manifestaciones clínicas o síntomas) y en caso de presentar enfermedades que debiliten el sistema inmunológico da origen a infecciones persistentes.
Durante el embarazo, esta infección debe de vigilarse con precaución, ya que durante el primer trimestre del embarazo se desarrollan la mayor parte de estructuras del bebé, pudiendo llegar a producir defectos congénitos en el feto, abortos o manifestarse hasta después del nacimiento, desarrollando lo que se conoce como citomegalovirus congénito.
La infección por citomegalovirus suele aparecer en mujeres en alrededor del 60% de casos entre 15 y 24 años de edad y hasta el 95% en mayores de 36 años (Collados R, Casado J. Infección congénita por citomegalovirus)
¿Cómo se contagia el citomegalovirus en el embarazo?
El virus se transmite entre seres humanos mediante el contacto directo de las mucosas con los líquidos corporales de alguien infectado, como lo son: la sangre, la orina, la saliva, las lágrimas, el semen, la leche materna, el líquido amniótico y los fluidos vaginales.
¿Cómo se transmite el citomegalovirus durante el embarazo?
Este tipo de transmisión se da entre cualquier grupo de personas, embarazadas o no. La forma de transmisión puede ser:
- Al frotarse los ojos, nariz o boca (después de haber tenido contacto con fluidos de alguien infectado)
- Al tener relaciones sexo genitales
- En transfusiones sanguíneas o trasplante de órganos.
- De una madre infectada a su hijo al dar lactancia materna
- Durante el parto.
Las mujeres embarazadas que contraen por primera vez la infección, lo hacen al tener contacto con niños pequeños, especialmente los menores de 3 años. Estudios han identificado que alrededor del 40% de niños que acuden a guarderías excretan en saliva y orina citomegalovirus hasta por 24 meses (Baquero Fernando. Citomegalovirus congénito)
La gravedad de esta infección depende del tiempo en que se contrae y tiene efectos perjudiciales solo cuando se trata del citomegalovirus congénito durante el primer trimestre del embarazo, siendo el bebé el afectado.
¿Cómo se transmite el citomegalovirus de la madre al feto?
Se ha detectado infección en el 0.3 y 2,4 % de los recién nacidos. El citomegalovirus congénito es la principal causa de infección perinatal en países desarrollados, y la infección materna primaria se transmite al feto en un 40% de los casos. Los efectos adversos en el bebé se presentan cuando la transmisión se da durante el primer trimestre del embarazo, ya que en este periodo ocurre la formación de los órganos y tejidos, llegando a ser la causa más frecuente de retraso psicomotor y sordera.
La infección en el bebé se da por vía placentaria cuando la madre no desarrolla inmunidad ante la infección. La probabilidad de infección aumenta mientras avanza el embarazo con un riesgo del 20 al 40% durante el primer trimestre, 35 al 45% en el segundo trimestre, llegando hasta el 45 al 75% en el tercer trimestre. Pese a esto, las consecuencias son más graves se dan durante las primeras semanas del embarazo.
¿Cuáles son los síntomas del citomegalovirus?
Generalmente la infección por citomegalovirus no produce síntomas en personas que no padecen otra enfermedad, incluso en mujeres embarazadas esta infección puede pasar desapercibida por lo que en la mayoría de individuos la infección es asintomática. Una minoría de personas infectadas puede presentar:
- Malestar general
- Fiebre
- Debilidad generalizada
- Linfadenopatía
- Faringitis
- Poliartritis
Manifestaciones de citomegalovirus congénito en el bebé
- Aborto espontáneo y muerte fetal. En algunos países se han llevado a cabo investigaciones que asocian la infección por citomegalovirus con abortos espontáneos en el primer trimestre de la gestación hasta en un 15% (Lucio P, et al. Frecuencia de citomegalovirus humano asociado a abortos)
- Prematurez y bajo peso al nacer. Por restricción del crecimiento intrauterino.
- Microcefalia. Cabeza pequeña
- Holoprosencefalia. Anomalías en estructuras cerebrales y cara.
- Retraso psicomotor
- Convulsiones
- Dificultad para alimentarse
- Hepatoesplenomegalia. Agrandamiento del hígado y bazo.
- Alteraciones en la piel. Ictericia, petequias o púrpura.
- Hernia inguinal
- Coriorretinitis. Infección ocular que afecta a la retina y la coroides, y que puede provocar ceguera.
- Sordera neurosensorial. Sordera ocasionada por lesión en el oído interno o en el nervio auditivo.
En algunos casos de citomegalovirus congénito puede no evidenciarse la pérdida de audición, lo que no significa que no se desarrolle con posterioridad (CDC, 2019)
¿Cómo saber si se tiene citomegalovirus?
Ante la sospecha de una infección por citomegalovirus, se realiza la prueba de inmunoglobulinas IgG e IgM como método diagnóstico de referencia. Esta infección se sospecha en una embarazada que manifieste signos de fiebre prolongada, adenopatías, alteración de las pruebas de función hepática, plaquetas disminuidas y linfocitos elevados. Estas pruebas no se realizan de rutina (con excepción de algunos países en vías de desarrollo) a no ser que se tenga la real sospecha de la infección.
Al presentar cualquier tipo de infección nuestro sistema inmunológico activa nuestras defensas produciendo anticuerpos o inmunoglobulinas, que actúan contra los antígenos (agentes virales) y controlando la infección. Hay diferentes tipos de inmunoglobulinas que actúan en diferentes circunstancias, sin embargo, la IgG e IgM pueden orientar sobre el tiempo que lleva una persona infectada. En pocas palabras, la IgM positiva indica una infección activa o reciente y la IgG una infección pasada que ha generado inmunidad.
Citomegalovirus IgM postivo en el embarazo
Si se obtiene este resultado en el primer trimestre del embarazo con IgG negativa, los análisis deben repetirse en un lapso de 2 a 3 semanas para determinar la seroconversión (producción de anticuerpos contra el virus), si la IgG sigue siendo negativa indica que el resultado previo fue un falso negativo y no hay una infección por citomegalovirus.
Citomegalovirus IgG positivo en el embarazo
Cuando tanto IgG como IgM son positivos debe realizarse una prueba de avidez de IgG, si la avidez es baja se demuestra que la infección es reciente.
Citomegalovirus IgG positivo, IgM negativo en el embarazo.
Los anticuerpos anti citomegalovirus IgG postivo e IgM negativo en el embarazo es el resultado más frecuente debido a que entre el 60 y 80% de las mujeres entre 20 y 40 años son inmunes. Esto significa que la mujer ha contraído la infección mucho tiempo atrás y ha desarrollado anticuerpos contra el virus, por lo tanto, si estos resultados se obtienen en el primer trimestre del embarazo no se deben realizar más pruebas y no hay riesgo de que el bebé presente citomegalovirus congénito.
En caso de que se detecte este resultado en el segundo o tercer trimestre y no se han realizado pruebas serológicas para detectar anticuerpos con anterioridad, es necesario realizar una prueba de avidez de la IgG, un resultado de avidez bajo es indicativo de una infección que fue adquirida durante el primer trimestre y puede generar alteraciones en el bebé, en estos casos se deben de realizar pruebas para determinar el bienestar fetal.
¿Cómo se realiza el diagnóstico de infección fetal?
Para establecer el diagnóstico en el feto se requiere de una prueba de PCR del líquido amniótico, muestra que se obtiene mediante una amniocentesis que se puede realizar a partir de la semana 21 de gestación. Esta prueba no debe realizarse a menos que sea estrictamente necesario ya que al ser una prueba invasiva puede desencadenar complicaciones.
¿Cuál es el tratamiento de la infección por citomegalovirus?
Antes que nada, es necesario aclarar que no hay vacuna para prevenir la infección. Tampoco hay un tratamiento específico para tratar la infección, como hemos mencionado anteriormente. La mayoría de veces es asintomática por lo que no suele requerir intervención médica.
Las personas que llegan a requerir tratamiento son los inmunosupresos y los recién nacidos que han contraído citomegalovirus congénito. El medicamento de elección son los antivirales como: Valganciclovir o ganciclovir. También se ha estudiado el uso de gamaglobulina específica frente a citomegalovirus que actua como inmunomodulador.
El tratamiento oportuno de los recién nacidos que muestren signos de infección congénita puede disminuir la gravedad de las alteraciones y evitar el desarrollo progresivo de la pérdida auditiva.
¿Cómo puedo prevenir la infección por citomegalovirus?
Si estas embarazada te recomendamos seguir las siguientes indicaciones para prevenir la infección por citomegalovirus durante tu embarazo:
- Evitar el contacto con niños de guardería y escuelas
- Lavarte las manos constantemente, sobre todo si estas al cuidado de niños pequeños
- No compartir utensilios con niños pequeños (cubiertos, vasos o servilletas)
- Evitar tener contacto con desechos sólidos y orina de bebes
- No besar a los niños en la boca
- Evitar mantener relaciones sexuales que no sean con tu pareja y viceversa
¿Puedo darle lactancia a mi bebé recién nacido si presento la infección?
Si bien el virus se excreta por la leche materna, la infección de la madre al feto a través de la lactancia apenas llega al 4%, y esta infección no produce daños graves en el bebé. por lo tanto, no hay contraindicación para dar lactancia a recién nacidos con madres positivas para la infección por citomegalovirus.