La falta de ácido fólico puede desencadenar desde leves síntomas hasta complicaciones más graves como una anemia megaloblástica, especialmente en el embarazo, causando defectos en el tubo neural.
Las consecuencias del ácido fólico bajo en nuestro organismo pueden traer complicaciones serias no solo durante el embarazo, sino que pueden dar paso a la aparición de enfermedades en cualquier persona a cualquier edad.
¿Cómo se produce la falta de ácido fólico?
Según el tiempo que una persona lleve padeciendo la deficiencia de ácido fólico, puede indicar que sea de tipo crónica o aguda, y del mismo modo, el tiempo en el que se ha desarrollado el déficit dependerá de las diversas causas que lo desencadenaron.
La deficiencia de ácido fólico se detecta a partir de 1 a 3 semanas de que la persona haya reducido su ingesta o haya iniciado a presentar problemas de absorción de la vitamina (este es el tiempo que duran las reservas que almacena nuestro cuerpo, principalmente en el hígado). Valores bajos no confirman ni descartan una deficiencia, por lo que los estudios en el suero sanguíneo suelen repetirse en un tiempo determinado, aun si se llegara a detectar una deficiencia. Durante este periodo, la persona puede incluso no presentar ningún síntoma. Por esta razón se ha recomendado el suplemento en mujeres en edad fértil y embarazadas.
Después de que se hayan consumido todas nuestras reservas (al cabo de 3 meses), se puede comenzar a detectar la disminución de los folatos en los eritrocitos. A partir de este punto nuestro cuerpo ya comienza a modificar sus funciones y comienzan las manifestaciones clínicas (síntomas) y el desarrollo de anemia, la deficiencia de ácido fólico grave también altera la formación de células blancas, haciendo a la persona susceptible de padecer infecciones.
¿Cuáles son las causas del déficit de ácido fólico?
La carencia de ácido fólico puede surgir por diversas causas que pueden ir solas o presentarse de manera conjunta. Muchos pueden estarse preguntando: ¿por qué baja el ácido fólico si me alimento adecuadamente y no he tenido en algún momento deficiencias de vitaminas? Son varias las causas por lo que las hemos clasificado en cinco grupos para que puedas orientarte más fácilmente.
Por la necesidad de una mayor cantidad a la habitual
En varias condiciones ya sean casos de enfermedad o por ejemplo en el embarazo, los requerimientos de ácido fólico pueden aumentar. Estos casos son:
- Embarazo y lactancia. Durante el periodo de gestación, las demandas de la mayoría de los nutrientes, si no es que todos, aumentan para la correcta formación y desarrollo en el vientre del bebé. El ácido fólico es especialmente importante en el primer trimestre de embarazo, sin embargo, también lo es durante el tercer trimestre y la lactancia, debido a que hay un incremento mayor de la dosis habitual de ácido fólico y se presenta la conocida “anemia fisiológica”.
- En la menopausia y los ancianos. En las etapas de edad avanzada los requerimientos de folatos aumentan y la dieta es insuficiente para cubrir las necesidades. En estos grupos de personas se suelen manifestar en su mayoría alteraciones en el comportamiento, la memoria y el surgimiento de demencia. El ácido fólico bajo en mujeres que atraviesan la etapa de la menopausia puede asociarse con síntomas de irritabilidad y depresión, a partir del climaterio (inicio del cambio de la función de los ovarios, que lleva a la menopausia). Los niveles de estrógenos en la mujer van decreciendo por la falta de producción de los ovarios; el ácido fólico puede favorecer en cierta medida esta producción.
- Cáncer. El cáncer es una enfermedad que se desarrolla por un aumento en la velocidad del crecimiento de células anormales en los tejidos afectados. El problema reside en que estas células no logran diferenciarse y se convierten en malignas y en casos avanzados migran a otros tejidos produciendo la llamada metástasis. Este crecimiento aumenta el consumo de folatos, y como consecuencia, se reducen los niveles de ácido fólico.
- Hemolisis crónica. Se trata de la destrucción de los elementos de la sangre (especialmente glóbulos rojos) causado por enfermedades autoinmunitarias, deficiencia de proteínas o enfermedades infecciosas. Además de requerir ácido fólico, las personas que presentan esta condición, pueden requerir otros suplementos y/o medicamentos.
- Dermatitis exfoliativa o psoriasis. Se debe a la descamación de la piel que ocurre por enfermedades de la piel, consumo de medicamentos o incluso cáncer de piel. Esta condición también aumenta las necesidades de consumir ácido fólico, ya que producen un recambio rápido de las células, las cuales necesitan de los folatos para su producción.
Por problemas de malabsorción
El ácido fólico se obtiene de la ingesta de alimentos con alto contenido de folatos, estos ingresan a nuestro sistema digestivo y se absorben en la mucosa intestinal del intestino delgado. Las enfermedades que produzcan alteraciones en las estructuras de este segmento intestinal llevan al surgimiento de carencias. Dichas enfermedades son:
- Enfermedad de Crohn
- Enfermedad celíaca
- Colitis ulcerosa
- Resección intestinal
Estas enfermedades intestinales se caracterizan por un proceso inflamatorio de algunos segmentos del intestino, que alteran la absorción de los nutrientes y conllevan a deficiencias nutricionales, lo mismo sucede cuando se ha realizado una cirugía donde se ha tenido que extraer una parte del intestino.
Por la dieta
- Ancianos. En la edad adulta es muy frecuente que las personas presenten falta de apetito y disminuyan sus raciones alimentarias, por lo tanto, se da un aporte deficiente a través de la dieta diaria aumentando la susceptibilidad de padecer anemia.
- Alcohólicos. Las personas que padecen de alcoholismo crónico (con más frecuencia los que consumen bebidas con alto contenido de alcohol como el Bacardí, Ron, vodka, whisky, vinos, entre otros) además de presentar disminución en la absorción de los nutrientes también presentan falta de apetito y alteración del metabolismo y función de los folatos. El alcohol no permite que lo poco que queda en el cuerpo de esta vitamina realice su función correctamente.
- Enfermedades hepáticas (cirrosis). En estas enfermedades, las personas ingieren escasa cantidad de alimentos.En el momento en el que el hígado no logra cumplir su función, como en el caso de la cirrosis hepática, la utilidad del ácido fólico disminuye considerablemente y la cantidad de folatos que suele almacenar una persona con esta enfermedad en comparación con lo que almacena una persona sana es muy reducida o casi nula.
- Enfermedades renales crónicas (tratamiento con hemodiálisis). Las vitaminas hidrosolubles al diluirse fácilmente en soluciones acuosas pueden perderse en los procedimientos de hemodiálisis.
- Hiperalimentación parenteral. Hay personas que por alguna condición médica no pueden ingerir alimentos y los reciben por medio de fórmulas intravenosas que contienen las calorías y otros elementos esenciales. En ocasiones el ácido fólico administrado suele ser insuficiente.
Por consumo de fármacos que disminuyen la absorción o disponibilidad de folatos
La siguiente lista de medicamentos tiene efectos ya sea directos o secundarios en el ácido fólico, por lo que su consumo puede desencadenar deficiencias nutricionales. Ante estos casos no te recomendamos suspender tu medicación, si no más bien, consultar con el médico que te ha recetado el tratamiento para que considere si es necesario iniciar la suplementación y a qué dosis hacerlo.
- Metotrexato
- Pirimetamina
- Trimetoprim
- Triamtereno
- Sulfasalacina
- Pirimidona
- Fenitoína
- Fenobarbital
- Ácido valproico
Por errores congénitos en el metabolismo
Hay condiciones de nacimiento que conducen a deficiencia de folatos y a posteriores enfermedades secundarias a esta carencia. Estas manifestaciones se dan sobre todo en la edad del crecimiento y desarrollo de los niños, etapa en la que comienzan a presentar diversidad de síntomas de aparecimiento progresivo. Si la deficiencia no es total puede evidenciarse hasta en la adolescencia.
La falta de ácido fólico en adolescentes y niños es secundaria al déficit de las enzimas encargadas de la conversión o metabolismo del ácido fólico, y se manifiestan con cuadros de anemia y otras alteraciones en el desarrollo cognitivo:
- Déficit congénito de la absorción. Desde el nacimiento el intestino no absorbe ningún folato, por lo tanto, se manifiesta con cuadros de anemia megaloblástica y se agrava hasta presentar convulsiones.
- Déficit de enzimas. La deficiencia congénita de enzimas que participan en la conversión de los folatos a su forma activa producen además otras deficiencias y alteraciones (como la escasa producción de metionina). El déficit de la enzima dihidrofolato reductasa puede llegar a ser incompatible con la vida.
- Síndrome del cromosoma X frágil. El sexo masculino está determinado por la presencia de un cromosoma X y un cromosoma Y, este síndrome da lugar a malformaciones que pueden estar relacionadas con el ácido fólico bajo en hombres, sin embargo aún no se explica del todo su participación (Fundación Española de la Nutrición “Ácido fólico y salud”). En el caso del sexo femenino, al contar con dos cromosomas X, la presencia de una alteración en un cromosoma se regula con la actividad del otro cromosoma y por eso este síndrome no se presenta en las mujeres.
Síntomas por deficiencia de ácido fólico:
El déficit de ácido fólico da como resultado la presencia de diversos síntomas, o de incluso la aparición de enfermedades graves relacionadas con dicha carencia. Los síntomas de falta de ácido fólico pueden incluso no presentarse en etapas iniciales de la deficiencia, por lo que reconocerlo puede ser difícil.
Síntomas:
- Cansancio y dolores corporales, especialmente en extremidades.
- Debilidad muscular
- Fatiga, aun sin hacer actividad física extenuante.
- Dolores de cabeza
- Mareos
- Irritabilidad (sobre todo en niños)
- Palidez de piel
- Piel amarilla (ictericia)
- Falta de aliento y arritmias cardíacas
- Somnolencia (sueño)
- Diarrea
- Falta de apetito
- Inflamación de la lengua y llagas en la boca
La mayoría de estos síntomas se presentan cuando la deficiencia ha desencadenado un cuadro de anemia megaloblástica. Las deficiencias de ácido fólico y vitamina B12 (cobalamina) presentan los mismos síntomas, la única diferencia radica en que el déficit de vitamina B12 desencadena problemas neurológicos irreversibles: desmielinización de los axones de las neuronas y muerte neuronal.
Enfermedades y alteraciones congénitas por deficiencia de ácido fólico:
- Defectos del tubo neural en el recién nacido. Las anomalías más frecuentes son la espina bífida y la anencefalia. Estas malformaciones, una vez que se han presentado son irreversibles y lo único que puede hacerse es mejorar la calidad de vida de los niños. En casos graves estas condiciones son incompatibles con la vida y se produce una muerte prematura, y durante el embarazo da paso a un aborto espontáneo.
- Anemia megaloblástica. Se caracteriza por alteraciones en el tamaño de los eritrocitos, que se mantienen inmaduros y grandes. La mayoría de los síntomas son secundarios a esta condición. Para saber más sobre anemia megaloblástica te recomendamos leer nuestro artículo:Anemia por deficiencia de ácido fólico.
- Enfermedades cardiovasculares. La disminución de la conversión de homocisteína a metionina por falta de ácido fólico puede aumentar el riesgo de presentar enfermedades cardíacas y de vasos sanguíneos.
- Niveles bajos de glóbulos blancos. En las etapas crónicas y graves de la deficiencia de ácido fólico la serie blanca o linfocitos y plaquetas también disminuyen provocando infecciones a repetición.
¿Qué hacer si presento síntomas?
Antes que nada, debes saber que los síntomas que se presentan ante la falta de ácido fólico son muy diversos, lo que da paso a que no necesariamente indiquen una carencia de ácido fólico (vitamina B9), sino que pueden ser manifestaciones de otras enfermedades. El cuadro clínico puede variar en cada persona, algunas pueden manifestar uno que otro síntoma, mientras que otros pueden presentar un cuadro aparatoso con la mayoría de ellos. Esto también puede depender de la gravedad de la deficiencia y el tiempo en el que se ha desarrollado. Por lo tanto, si hasta el momento te has encontrado en un estado saludable y de pronto comienzas a sentir cualquier malestar que persiste o se agrava a lo largo de los días no intentes tomar suplementos sin antes consultar a un médico. Acudir con el personal sanitario en el tiempo prudencial permitirá identificar la causa y evitar complicaciones graves.
No debes ingerir suplementos. El tomar suplementos de ácido fólico puede dar una mejoría pasajera pero su efecto perjudicial es mayor, ya que oculta la carencia de vitamina B12 (cobalamina) por un tiempo, aparentando una mejoría y hacer que los efectos al sistema nervioso central (secundarios a deficiencia de vitamina B12) sean irreversibles.
¿Cómo se realiza el diagnóstico de la deficiencia por ácido fólico?
Es importante saber que una deficiencia de ácido fólico por lo general suele acompañarse de otras deficiencias. Para el diagnóstico nunca es suficiente un examen de laboratorio o la presencia de los síntomas, este es un proceso que depende de toda la información que pueda recabar un clínico, por lo tanto, es una tarea de competencia médica. Tu médico es quien tiene los conocimientos necesarios para interpretar todos los síntomas y llegar al diagnóstico correcto. A pesar de ello, es importante que tengas una idea sobre cómo se realiza este proceso para que estés en sintonía con el personal que te esté atendiendo.
Hay diversos estudios para confirmar el diagnóstico de la deficiencia de ácido fólico. La valoración de los niveles de folato en la sangre es el método más utilizado por ser el más estudiado y más sencillo de realizar en el laboratorio.
Prueba sanguínea
Consiste en determinar los niveles de ácido fólico bajo en el análisis de sangre.
La sangre, como otras estructuras que forman nuestro cuerpo, es un tejido que consta de una parte líquida y una sólida. La parte líquida está compuesta por sales, proteínas, plasma y agua, y la parte solida contiene las plaquetas, los glóbulos rojos (eritrocitos) y glóbulos blancos (leucocitos). Tras la extracción de sangre de la persona, durante el análisis de sangre se realiza un proceso llamado “centrifugación” que separa estas dos partes para su estudio independiente. Los folatos pueden medirse en cualquiera de estas dos sustancias obtenidas (plasma y eritrocitos). Varias fuentes académicas indican que para realizar el diagnóstico de carencia de folatos se prefiere medirlos en los eritrocitos ya que en este medio son más estables y sus concentraciones se ven poco influenciadas por factores externos, como la comida que ingeriste antes de que te extrajeran la muestra, al contrario de la medición en el suero que depende de la ingesta (Fundación Española de la Nutrición “Ácido fólico y salud”).
Las pautas establecidas para la interpretación de los resultados indican que niveles de folato en eritrocitos menores de 140 microgramos por litro son suficientes para diagnosticar una deficiencia de ácido fólico (menos de 3 microgramos por litro en suero).
En la población en general, dígase niños y adultos, se solicita este examen si se sospecha del déficit de ácido fólico. En la mujer embarazada suele ser un análisis de rutina que se realiza con el fin de detectar tempranamente cualquier falta o nivel bajo de folatos que aún no desencadene síntomas, evitando así el desarrollo de anomalías del tubo neural.
Niveles de homocisteína
La homocisteina es un compuesto que circula por nuestro cuerpo, y el ácido fólico tiene la función de metabolizar la homocisteína para convertirla en un aminoácido esencial: la metionina. Por consiguiente, niveles altos de homocisteína indican niveles bajos de ácido fólico y viceversa.
Me diagnosticaron deficiencia de ácido fólico: ¿Qué puedo hacer?
Si te han diagnosticado deficiencia de ácido fólico te sugerimos cumplir con la dosis que te han recomendado de suplementos en el momento indicado. Además, debes ingerir alimentos ricos en folato para contribuir a tu pronta recuperación, evitando el consumo de alcohol. Recuerda mantener el seguimiento de tus consultas para valorar el progreso de tu recuperación.