El deseo sexual en el embarazo se comporta de maneras distintas según el trimestre. El cuerpo de la mujer embarazada se mantiene en continuo cambio a lo largo de los nueve meses, y así mismo se comporta el deseo sexual de ella. Podemos comparar con una parábola el deseo sexual en el embarazo: empieza abajo, sube poco a poco hasta alcanzar su punto máximo, y luego puede que descienda otra vez.
No porque ya haya un embarazo en curso el deseo sexual de la mujer tiene que desaparecer. El acto sexual humano es mucho más que reproducción: es gozo, es felicidad, es comunicación, es empatía, que son cosas que la mujer embarazada necesita más que nunca. Pero como el deseo sexual es una combinación de factores físicos, emocionales, psíquicos y hormonales, y como todos estos factores se mantienen en constante cambio en la mujer embarazada, su deseo sexual también es variable.
Y no sólo cambia a lo largo del trimestre: también la dinámica puede ser distinta para una mujer y para otra, en dependencia de su nivel de salud, de si es primeriza o no, de cuán adaptada esté a su nuevo físico, e incluso de cómo anden la comunicación de pareja y el equilibrio emocional. Lo cierto es que mientras algunas mujeres pueden sentirse sin deseo sexual en el embarazo, otras pueden llegar a expresarse en estos periodos con frases como como: Tengo mucho deseo sexual en el embarazo.
El deseo sexual en el embarazo trimestre a trimestre
Una pregunta frecuente que se produce a lo largo de este periodo, es: «¿Cuándo estás embarazada aumenta el deseo sexual? o hay quien incluso parece de situaciones adversas a lo largo del periodo: «¿Cuándo estás embarazada el deseo sexual aumenta y disminuye?» Porque así es: aumenta y disminuye. El deseo sexual de la mujer embarazada crece y decrece desde la primera semana hasta la última, y tiene características especiales según el trimestre. Lo mejor es que sea el deseo sexual de la mujer, el que vaya marcando la dinámica sexual de la pareja en cada etapa.
Un aspecto trascendental en este periodo, podría ser la correcta elección de posiciones sexuales durante el embarazo, tomando en cuenta el trimestre que sea y las condiciones físicas del cuerpo de la mujer. Las posiciones sexuales adecuadas en el embarazo pueden convertirse en un gran aliado para fomentar el gozo erótico. Puedes seguir los consejos que damos en otro artículo para saber qué posiciones sexuales convienen más según el trimestre.
Veamos ahora cómo se comporta el deseo sexual en el embarazo trimestre a trimestre.
Deseo sexual en el primer trimestre de embarazo
La falta de deseo sexual en el primer trimestre de embarazo es algo que ocurre con frecuencia. Es una etapa crítica en la que el cuerpo de la mujer se está adaptando a todos los cambios físicos y hormonales que implica albergar en su vientre, primero un embrión, y después un bebé en pleno crecimiento con una placenta mediante la cual nutrirlo y protegerlo. Esto es una proeza anatómica y fisiológica del cuerpo, y mientras tanto los deseos sexuales pueden volverse algo secundario.
Las tremendas transformaciones que todo esto trae, pueden provocar falta de deseo sexual en el embarazo durante las primeras semanas. Puede ocurrir especialmente que decaiga el deseo sexual en el primer mes de embarazo. Las náuseas, los vómitos, los mareos, las fatigas, los cambios de humor, las subidas y bajadas hormonales, el sueño repentino, el temor de hacer daño al bebé… no son precisamente afrodisiacos, y al menos mientras dure el malestar, el deseo sexual puede desaparecer.
Deseo sexual en el segundo trimestre de embarazo
En cambio, durante el segundo trimestre suele ocurrir un aumento del deseo sexual en el embarazo. Como se dice siempre, el segundo trimestre puede ser el más sexual. No necesariamente tiene que ocurrir justo cuando inicia el segundo trimestre, esto dependerá de cada mujer. Sin embargo, a estas alturas, la embarazada se ha adaptado a los cambios en su cuerpo física y psicológicamente, y a partir de ahora los cambios hormonales pueden favorecer la sexualidad en lugar de entorpecerla.
Ella puede necesitar una mayor complicidad emocional y sexual con la pareja para sentirse plena. El cuerpo relleno con sus nuevas curvas puede resultar más atractivo para la pareja. El vientre grávido es realmente precioso. El tejido genital, ahora más turgente, se vuelve también más sensible y delicado. Esto puede significar que la mujer prefiera mayor cantidad de besos, caricias, estimulaciones manuales, y una penetración más suave y sensitiva.
La mayor irrigación sanguínea de la zona pélvica y vaginal (hasta 3 libras de sangre por encima de lo habitual), además de la presión del vientre en gestación, promueven una sensibilidad sexual especial, un placer refinado y delicado, y ello aumenta el deseo sexual en el embarazo. El orgasmo femenino puede llegar con mayor intensidad, e incluso la mujer puede tener orgasmos múltiples. Pero hay que tener en cuenta, que en este momento quizás ella necesite más tiempo del habitual para llegar al clímax.
La etapa sexual de oro puede durar hasta el séptimo mes, pero tan solo es un dato aproximado que no tiene por qué cumplirse con exactitud. Elegir posiciones sexuales adecuadas para este trimestre puede ser importante. Y lo mismo hay que decir acerca de tomar todas las medidas de precaución necesarias para disfrutar sin riesgos del sexo en el embarazo, una etapa tan especial de la vida de la mujer. Puedes leer otro artículo nuestro si quieres saber todos los detalles sobre el orgasmo en el embarazo.
Deseo sexual en el tercer trimestre de embarazo
El tercer trimestre vuelve a ser un poco especial en cuanto al deseo sexual de la embarazada. Su cuerpo se prepara para la recta final antes del alumbramiento, su vientre está llegando al máximo de expansión, su movilidad física puede verse reducida notablemente, y puede ocurrir que, según el grado de salud de la mujer, del bebé y del proceso mismo de gravidez, el médico contraindique las relaciones sexuales en esta etapa.
De nuevo hay que decir que esto no ocurre sincronizadamente como un reloj. En algunas mujeres puede ocurrir un poco antes, en otras un poco después, y puede que en algunas ni siquiera ocurra. Un ejemplo: hay mujeres que, al no ser primerizas, saben muy bien que la actividad sexual plácida y con precaución no hace daño alguno al bebé, a pesar de la cercanía del parto, y por eso el deseo sexual no se les reduce.
Otro ejemplo: la estimulación de los pechos ahora más grandes y sensibles puede gustar a unas mujeres, pero a otras puede dolerles, y en algunas puede secretarse calostro durante la estimulación y esto ser excitante o desagradable para la pareja. En cada uno de estos casos cada pareja debe ver lo que le convenga, si estimular o dejar de estimular los pechos. Por eso es importante que cada mujer y cada pareja tengan su propia experiencia del sexo en el embarazo, si bien tomando siempre todas las precauciones necesarias.
Recalcamos, que en este momento es muy importante la elección de posiciones sexuales adecuadas durante tercer trimestre. Incluso si la mujer tiene deseos sexuales pero le han contraindicado la penetración o la actividad sexual física, la pareja también cuenta con la opción de realizarle sexo oral a la embarazada, o practicar la masturbación, mutua o en solitario. Son buenas opciones para cultivar el deseo sexual sin necesidad de movilidad ni de pasión física por parte de ella.
El deseo sexual del hombre durante el embarazo
Hay otro punto importante que no debemos de pasar por alto: ¿El embarazo disminuye el deseo sexual en el hombre? ¿O lo aumenta? Comprensiblemente, los cambios físicos del embarazo afectan el deseo sexual de la mujer y no tienen por qué afectar el del hombre. Sin embargo, el hombre también puede experimentar cambios en su manera de abordar la sexualidad, a pesar de que sean subjetivos. Veamos algunos puntos sobre cómo varía el deseo sexual en los hombres durante el embarazo:
- Desencuentro entre el deseo de él y la falta de deseo de ella. En el primer trimestre puede haber un desencuentro entre el hombre buscando la vida sexual de siempre, y la mujer con falta de deseo sexual durante el período de adaptación a la gravidez. Mantener una buena comunicación y una relación de ternura, aunque no haya vida sexual, puede evitar situaciones de conflicto.
- Él ahora la encuentra más atractiva… Es frecuente que el hombre encuentre más atractiva a la mujer con su nuevo físico de embarazada, y que el deseo sexual de él crezca: el cuerpo femenino relleno y con más curvas, los pechos agrandados, la feminidad acrecentada… Puede ocurrir un aumento de la actividad sexual, sobre todo al entrar el segundo trimestre.
- La absoluta despreocupación por la anticoncepción puede ser afrodisiaca. Por supuesto, en la etapa de gravidez no se necesita usar ningún método anticonceptivo, y esta relajación psicológica puede promover en el hombre el aumento del deseo sexual. Y también en la mujer.
- Abundan las secreciones vaginales. Durantetodo el embarazopuede haber flujos vaginales, y cambian de color, de consistencia, de olor. Esto puede resultar agradable, pero también puede ser un motivo por el que el hombre pierde el deseo sexual en el embarazo. Si el tuyo es el segundo caso, puedes ducharte antes de hacer el amor o usar aceites aromáticos.
- Temor del hombre a dañar al bebé. Por desconocimiento él puede creer que hacer el amor daña al bebé, y su instinto paternal “le enfría” la pasión sexual, incluso si la mujer tiene deseos. No hay nada que temer. En embarazos normales (como son la inmensa mayoría), el bebé está muy bien protegido en el útero. Sólo hay que ocuparse de elegir las posiciones sexuales más adecuadas para cada trimestre.
- Temor del hombre a dañar a la embarazada en la recta final. En el tercer trimestre, cuando el parto está cada vez más cerca, el estado emocional y psicológico en la mujer y el hombre, además del temor de él a dañar el gran vientre de ella, son factores que pueden provocar una baja en el deseo sexual de ambos.
Como hemos podido apreciar, el deseo sexual del hombre en el embarazo puede fluctuar, no obstante, no varía tanto como el de la mujer. Es totalmente normal, y si la pareja mantiene la comunicación, todo podrá solucionarse para que el deseo sexual se mantenga activo, si bien dentro de los parámetros de cada trimestre.